Cuando hablamos de perder peso…casi siempre hay malentendidos. Yo siempre me refiero a pérdida de peso o porcentaje graso, mientras que la persona que tengo en frente casi siempre suele referiste a la pérdida de peso en la báscula.

La diferencia entre bajar el porcentaje graso y bajar de peso en general, está en que el primero se consigue con una alimentación equilibrada y adecuada, seguido de un entrenamiento controlado no solo aeróbico si no de fuerza también del que hablaremos después. Con ello no solo alcanzaremos un peso saludable en la báscula, si no que reduciremos los valores de perímetro y pliegues subcutáneos que indican la grasa acumulada bajo la piel, mejorando así los problemas de celulitis y la tonicidad de la piel, además de disminuir las concentraciones de grasa en la sangre (colesterol y triglicéridos) aumentando las concentraciones de ácidos grasos buenos como es el colesterol HDL.

Mientras que el bajar de peso en la báscula solo implica una pérdida de retención de líquidos, gas o heces, sin afectar a la quema o pérdida de grasa y que por lo tanto esta pérdida de algún tipo de retención (también necesaria) puede volver a aparecer ya que tiene una gran influencia hormonal, situación de estrés, estacional, viajes…

Para alcanzar nuestro objetivo de estar sanos y tener uno hábitos saludables manteniendo nuestros valores grasos a raya…demos educarnos previamente y concienciarnos de que todo aquello “milagroso” con batidos sustitutivos, cápsulas de yo que se, o que suponga la eliminación de algún grupo de alimentos de nuestra dieta y que además nos prometan estar rejuvenecidos y con 10kg menos en 2 semanas…es FALSO.

Son métodos eficaces en un periodo corto de tiempo, que les ayudaran a bajar muchos kilogramos en muy poco tiempo. Eso contribuye a mantener contenta a la persona, aunque ésta en el fondo sepa que en un futuro más o menos próximo al finalizar dicho método, volverá a recuperar esos kilogramos perdidos más alguno más añadido. Y esto es debido simplemente a que se le está quitando nutrientes necesarios para el organismo, pero aún así está bien visto… porque los que desarrollan este tipo de métodos convencen a los pacientes de que ellos tienen reservas de grasa sobrante y que por tanto el cuerpo las irá utilizando, de esta manera los propios pacientes se van convenciendo incluso ellos mismos.

Añadido a esto, se les aconseja el ejercicio en ayunas sin tener en cuenta la edad, si lo han realizado alguna vez, sus patologías (hiper/hipotensión, hipoglucemia, diabetes…) o antecedentes familiares.

La realidad de todo esto…

alimentacion y ejercicioLa realidad para estar sanos y llevar una vida saludable es mucho más sencillo que meternos en todo este embrollo. Porque para ello solo basta con comer de todo lo que nuestra dieta mediterránea nos ofrece, poniendo interés en la frecuencia de consumo de cada uno de los alimentos y su cantidad, ser activos en nuestra vida diaria y dedicar algo más de 30 min para hacer actividad física aeróbica y poco a poco ir introduciendo ejercicios de fuerza, que con ello no me refiero a ponernos “fuertes como culturistas”, si no a ir haciendo una rutina tanto de máquinas con pesas (peso ligero con muchas repeticiones que dependerá de la edad y condición física de la persona) como de ejercicios con nuestro propio peso para no deteriorar el músculo, el cual se va perdiendo con la edad (sarcopenia) y también con la pérdida de peso.

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